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Viajando en Turistar Lujo, es decir, viajando en un ETN pintado de verde



Andaba tan stressado el domingo 7 de diciembre del 2014 que ni analice bien que autobús tomar para Tijuana, solo pase rápido a la central y me forme donde cayo, la chica me vendió un boleto para Turistar Lujo, pero como es bien difícil dar el número de viajero frecuente no pude ganarme esos kilómetros, dice ella que según en el 01800 lo validan pero hasta el momento no lo han hecho. Después cuando iba en el destartalado urbano de Hermosillo pasé por la central de Tufesa, mejor me hubiera comprado en el Platinum me dije, pero como pague con tarjeta el boleto no es cancelable, ni modo a viajar en ETN, la ventaja es que llega a la central de Tijuana.




Esa misma noche me presente en la central, cene en Don Camione una comida de calificación 4 en una escala del 1 al 10; me entere que los operadores tienen descuento para comer, pero si que es una tortura esta Don Camione, al menos las señoras que atienden son amables al estilo sonorense.

Las nueve me presento en el anden, no hay ningún Turistar, a las 9:18 llega el de las nueve pero a Guadalajara, el mal encarado empleado de ETN no anuncia el autobús, simplemente sube las maletas de quienes adivinan que es su camión, a mi me manda al diablo con una mueca hacia el parabrisas, como quien dice, ¿que no ves que dice Guadalajara como es usted buey señor?
Hasta las nueve y cuarenta aparece un sucio Turistar 9700 luxury, el operador se ve acelerado casi se sube al anden con el autobús, baja acelerado y otra vez a adivinar porque medio prendió el mobitec que exhibió rápidamente MEXICALI, así que supuse que tambien iria a Tijuana. Me acerco a documentar y veo como el negativo empleado de ETN se divierte aventando maletas, grita "primero lo que bajan maletas" luego grita "ahora los que ya me las dieron" obviamente me espere al final hasta que se le paso lo loco. Por cierto entre las maletas andan revueltos sobres de paqueteria y cajas de EnviosETN, el empleado tranquilamente los arruga y avienta de un lado al otro, literalmente le valen los envíos y maletas, afortunadamente traigo solo rocas, lo siento por el de las maletas de abajo.
Posteriormente voy al frente del autobús, donde una chica que usualmente es la que vende boletos ha recargado su carrito de sodas contra el autobús y de mala gana va entregando las bolsas de lunch a un niño de ocho años que es quien te pregunta que bebida quieres, y como es un niño no presta nada de atención, adicionalmente que aprieta las cosas como el puede en la bolsita. ¿ya contrata niños para entregar el lunch ETN?

Lo más triste es que al subir el autobús es un asco, basura por todos lados, tengo que limpiar yo mismo mi lugar; de almohadas y audifonos ni rastro por cierto. Los sanitarios tambien en estado calamitoso y el wifi desaparecido. El area donde se conectan los audífonos carece de una plaquita que sirve de tapa y se ve muy sucio y feo, los sillones como que han perdido comodidad.
Algo que llama la atención es una señora que va de pie, resulta que solo pago un boleto y lleva un niño de cuatro años en apariencia, y como lo pone a dormir ella esta esperando que no se llene para usar cualquier otro asiento, el operador muy amable después de salir de la central la invita a sentarse a su lado.
La pantalla individual es de última generación pero ya tiene  fallas, se mueve libremente y casi no responden los controles, pero como el enchufe si sirve mejor me conecto e ignoro la pantalla individual y el penetrante olor a pies. recuerdo tristemente que Platinum si era salida local.
Afuera de la central el operador se baja del autobús, abre la cajuela un rato y después se sube y partimos.  Lo mas malo son los retenes que son nefastos, inútiles y muy molestos. El peor fue en Santa Ana donde unas personas sin uniforme se pasaron dos horas registrando y tratando de desarmar el autobús, subían, bajaban, volvían a subir y así se fueron dos horas, un tiempo en que los pasajeros están en zozobra, no sabemos quienes son ni que buscan y lo peor porque se toman tanto tiempo. En esas dos horas en el carril de al lado desfilaron autobuses de todas las demás lineas, los Guamuchil ni se tardaron en el reten, los Tufesa el tiempo mínimo y los Elite un poco más, pero nos rebasaron mas de diez mientras los misteriosos hombres revisaban.

Después de este reten la señora que iba con el niño al fin logro su cometido, la señora de edad avanzada que estaba a su lado opto por cambiarse de lugar hasta atrás. Muchas horas después llegamos a la caótica Mexicali y de ahí a Tijuana después de otro reten, en total en el camino fueron 5 retenes donde se nos pidió bajar con las maletas, es decir cada tres horas en promedio nos bajaba por lo que dormir es imposible, y en consecuencia el viaje fue de 17 horas. Por cierto en Mexicali vi que ya traía el autobús el otro operador, una persona mucho más amable y tranquila pero que en Tijuana le entro un poco lo loco porque el Peninsula Ejecutivo nos rebaso a toda velocidad. Finalmente los clásicos maleteros de Tijuana que avientan las maletas para abajo y ahí buscas la tuya.





Para la otra de Hermosillo a Tijuana me voy en Tufesa. Y de paqueterí, pues si aprecio mis documentos en DHL los he de enviar porque no puedo dejar de pensar como los trato ese empleado de Hermosillo.

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